PIXAPINS

Barceloneses, hemos llegado a Fase 3 y entrado en la nueva normalidad en un abrir y cerrar de ojos. ¡Por fin! A parte de las opiniones particulares de cada uno creo que es mandatorio sentir alegría sin pensar mucho en lo que pueda pasar en los próximos meses.

 

Con esta nueva normalidad me he permitido interpretar al dedillo el papel de pixapins y salir escopeteada de la ciudad para hacer una visita fugaz a l’Empordà. Y qué decir, pocos sitios hay en el mundo como este. Lo echaba de menos. Todos tenemos algún refugio y l’Empordà es el sitio perfecto para mí.

 

He aprovechado para saludar a los vecinos y conversar sobre el tema del momento. Pero poco rato, porque hay muchas más cosas de las que hablar y de las que ponerse al día con personas que hace tiempo que no ves. 

 

L’Empordà y especialmente l’Alt Empordà es un sitio muy especial. Hay mucho que ver pero poco que hacer, se podría decir que es el lugar ideal para la vida contemplativa. Muchos poetas, escritores, periodistas, tienen casa por aquí. Un ritmo pausado te envuelve nada más llegar. Puedes empezar el día desayunando en Figueras, ir a comprar pescado fresco a l’Escala, tomarte un aperitivo en el Hostal Empuries y así ir pasando las horas. Podríais pensar que es aburrido, pero nada más lejos.

 

Nadie a quién haya invitado a venir se ha ido sin desear volver a venir y pronto.

 

Lo de ser gente de ciudad nos lo tenemos muy creído. Creemos que demasiada tranquilidad nos va a sentar mal. Nos creemos lo de que no encajamos en un entorno rural y que vamos a oír frases como “Oh ya vienen los de Barcelona” o “Aún gracias que venimos y activamos la economía”, pues miren, no. 

 

Yo cuando vengo por aquí, un rinconcito muy pequeño de l’Alt Empordà, solo encuentro personas amables y sinceras, dispuestas a echarme una mano y de petar la xerradeta. 

 

Convivencia y respeto, bañado con un buen vino de la zona  y unas anxoves amb pa amb tomaquet.

 

Deseando subir con tiempo, cambiarme el traje de pixapins por el de desaliñado-con-gusto e instalarme unos días este verano.

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