REVETLLA

Sin darnos cuenta, haciendo un triple salto mortal y dejando atrás la primavera sin apenas saborearla, hemos llegado al primer día de verano no-oficial; el día de la verbena de San Juan. 

Una sensación un poco extraña plantarnos de repente en una festividad como esta sin haber podido celebrar “properly” todas las fechas importantes entre marzo y junio.

La verbena de San Juan es, sin duda, una noche especial. Supongo que habrá personas que la consideren su día favorito, ¡el mejor día del año! como lo es para mi Sant Jordi. Cómo no apreciar el juntarse con amigos en una noche cálida, cenar algo divertido, tirar cuatro petardos, y brindar con cava y coca no sin antes separar la fruta confitada, tan impopular.

Sin embargo, estas fiestas socialmente obligatorias, como también lo es Nochevieja tienen algo que me contraria.

Si eres de los que hacen planes sin demasiada previsión, los días previos a estas fiestas son un poco estresantes. Amigos que te llaman porque esperan encontrar en ti el plan definitivo para esta noche, otros que te buscan para invitarte a su fiesta. Pensar en comprar la comida, la bebida, encargar la coca, comprar los petardos... Todo esto, sin dejar de lado las obligaciones diarias habituales. Agotador.

Ayer, encargando la coca en la renovada Pasteleria Brunells de la calle Princesa, una señora, con el pelo todavía mojado de la ducha esperaba también su turno. Le explicaba a la persona que atendía que ya habia estado allí el día anterior recogiendo una coca de llardons para dos personas. Y con risa nerviosa decía ¡Pero esque ahora seremos quince!. De dos bocas a quince bocas. Se fue con cinco cocas más y sesenta euros menos.

Podríamos decir que es como una carrera de obstáculos hasta que te puedes sentar en la mesa y recoger los frutos de tanto esfuerzo.

Seguramente mi plan perfecto se componga de improvisación, tranquilidad y poca gente. Planificar con mucha antelación no está en mi ADN. Pero también entiendo que socializar y reir despreocupados es lo que más falta nos hace en estos tiempos.

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